4/26/2010

Fiteca 2010

Mural realizado en el Fiteca 2010, por Alonso Rivera, Dania Garcia-Burgos, Andrés Juscamaita y Elio Martuccelli.




Alonso Rivera y Andrés Juscamaita

Andrés Juscamaita y Alonso Rivera


Andrés Juscamaita, Elio Martuccelli y
Alonso Rivera

SED

Banderola para el evento SED, conéctate con el agua.

4/09/2010

Memoria, Documento y Manifiesto.

BRIGADA MURALISTA: la alegre rebeldía

Memoria, Documento y Manifiesto.

1.- Porque somos lo que fuimos

Desde el 2003 el Centro Cultural El Averno inició la campaña de muralización del Jirón Quilca, paralelo al proyecto “Quilca, boulevard de la cultura”. (1) Una iniciativa colectiva que proponía intervenir con color una calle del Centro de Lima. Se contó con la cooperación de los vecinos que dieron sus fachadas para que sean pintadas y desde entonces los murales se han ido renovando cada cierto tiempo sumando cada vez a más vecinos y más artistas.

Estos murales tuvieron repercusión en muchos medios locales, sobretodo después de un enfrentamiento con la nueva gestión municipal de esos años que intentó borrarlos. Tanto así que la Municipalidad de El Agustino se contactó con el Centro Cultural El Averno para repetir la experiencia en el pasaje de la cultura de El Agustino.

Podríamos decir que algunos miembros de la Brigada Muralista entraron en contacto a partir de esas experiencias, lo que constituye el antecedente de nuestra agrupación. Muchos de los artistas involucrados en dichas campañas de muralización son cercanos al proceso de construcción del Foro de la Cultura Solidaria de Villa El Salvador, espacio de encuentro y reflexión, que tomó como referente al Foro Social Mundial. En las últimas versiones del Foro de la Cultura Solidaria se han dado campañas de muralización en distintos espacios y locales de Villa el Salvador tales como colegios, centros juveniles y locales de organizaciones barriales. (2)

Buena parte de l@s artistas que han pintado en las paredes de Villa El Salvador lo han hecho también en el Festival de Teatro Calles Abiertas – Fiteca, en Comas. En el camino, se ha tratado de articular distintos espacios alternativos, intentando una rotación de artistas y de públicos para consolidar una nueva institucionalidad artística, más inclusiva, horizontal y democrática.

Para difundir las fotos de registro de los distintos murales aquí relatados, así como muchas otras intervenciones, se creó el blog http://brigadamuralista.blogspot.com administrado en el inicio por Jorge Miyagui, hecho que promovió la consolidación de la Brigada.
A partir de entonces, a lo largo del 2008 hasta la fecha, se empezaron a recibir muchas invitaciones y propuestas de muralización. La Brigada Muralista ha trabajado en distintos distritos de Lima, entre los ya mencionados: el Centro, El Agustino, Villa El Salvador y Comas, además de Carabayllo, San Juan de Lurigancho, San Juan de Miraflores y Huaycán. Así también en otras provincias del Perú como Barranca, El Carmen y Anta.
Luego de compartir experiencias con varios artistas, la Brigada fue articulándose: Jorge Miyagui, Elio Martuccelli, Milton Miranda y Mauricio Delgado terminaron trabajando juntos de manera frecuente. Se sumaron luego a la Brigada Andrés Juscamaita y Alonso Rivera. Las experiencias muralistas son publicadas periódicamente en el mismo blog http://brigadamuralista.blogspot.com/ administrado actualmente por Milton Miranda.
A partir de todas estas experiencias se decidió tener un nivel mínimo de organización basado en los siguientes estatutos, que forman parte de nuestra Memoria, Documento y Manifiesto.

2.- Estatutos (4 máximas del pensamiento brigadista):

1. La Brigada Muralista es un espacio abierto a todas las personas interesadas, artistas y/o voluntari@s, que quieran llenar de color las paredes de las ciudades.
2. La Brigada Muralista cuestiona los espacios tradicionales del arte como único campo de acción. Nos interesa una relación más directa con el espectador, que pueda revincular el consumo artístico a la vida cotidiana de cada individuo.
3. La Brigada Muralista se declara anti-neoliberal, activista de los DDHH, de los derechos de las mujeres y de la comunidad TLGB, anti-racista y ecologista.
4. La Brigada Muralista tiene una apuesta vital por un mundo más justo y solidario.

3.- Objetivos.

3.1. Arte para tod@s.

En el Perú, país pluricultural y multilingüe, tenemos una institucionalidad artística excluyente que no legitima por igual todas las producciones culturales del territorio nacional. La diferenciación jerarquizada entre arte y artesanía es un buen ejemplo de esto, así como los elitizados espacios del circuito oficial: galerías, museos, centros culturales que pocas veces dialogan con las dinámicas sociales o se esfuerzan por llegar a sectores más amplios de la población. El arte popular así como las contraculturas urbanas siguen siendo marginales frente a la cultura hegemónica, es decir, a la cultura de los sectores más privilegiados de la sociedad.

Frente a esta realidad han surgido en los últimos años muchos espacios alternativos en donde la producción, distribución y consumo artístico se dan en dinámicas nuevas, creativas y ajenas a la lógica que el sistema impone. (3) Espacios alternativos que se han ido legitimando como procesos de construcción social, cultural y política, negándose a reducir el arte a mercancía y a signo de distinción social.

Cada uno de estos espacios tiene su propia especificidad, sin embargo algo que tienen en común es el querer llegar a sectores más amplios de la población y el esfuerzo por un trabajo territorial con la comunidad. Por eso se intenta ganar el espacio público como un espacio ciudadano y en esa línea de trabajo las campañas de muralización han sido una estrategia simbólica muy efectiva, además de permitir articular el trabajo de l@s artistas visuales.


3.2. El potencial del espacio público.

La noción de espacios públicos está asociada, en la tradición occidental, a lo que se entiende por ciudad. En buena cuenta, lo que articula a los ciudadanos. El espacio urbano refleja la existencia de un Estado, cualquiera que éste sea, y a la vez representa a la ciudadanía.
El espacio público se considera el escenario original de la política. Paralelamente fue también el escenario del baile, el rito, la ceremonia, el mercado, la fiesta, la procesión, la protesta y de otros tipos de relación, muy variados y no previstos. Puede también albergar manifestaciones artísticas en sus más variadas expresiones.
Es el lugar de los encuentros y los desencuentros, de los enfrentamientos y de la tolerancia, el lugar donde inevitablemente nos miramos todos, lugar de personas distintas en una dimensión pública. El concepto de lo público está relacionado a lo colectivo y a lo que es accesible por todos. Cuando hablamos de espacios públicos, abiertos y reales, pensamos en plazas, calles y parques.

El uso libre y responsable de estos espacios parte de suposiciones en torno a una identidad compartida, mínima dignidad colectiva y existencia de deberes y derechos más o menos parejos, los que no siempre existen.

El espacio público apunta, debería hacerlo, a generar integración social, poner en práctica la democracia y contribuir a construir ciudadanía.
El espacio público alberga todo lo que hemos dicho y es, por naturaleza, el contenedor de diferentes vivencias colectivas. El espacio público como conjunto de problemas, de discrepancias y acuerdos, será siempre el espacio de la vida en comunidad. Y es, a su vez, un espacio simbólico en disputa.

3.3. El arte en espacios públicos

El arte urbano se plantea generar ideas, construir conceptos y formar parte de la experiencia social. Un intento de diálogo dentro de un contexto abierto y público, con las tensiones que cada época y lugar implica. El arte público siente la necesidad de dejar las galerías y salir a la calle: la ciudad como periódico, lienzo y escenario.

En el espacio urbano se da un juego de provocaciones y respuestas que no se dan en recintos cerrados, y se corren otros riesgos, con la fricción que todo acto público encarna.

El espacio público se convierte en un conjunto de propiedades ambiguas, que se pueden ocupar y llenar. Relación de fuerzas, juego de poderes: la posibilidad de trabajar en las fisuras, en los intersticios del poder y la represión.
Son muchas las articulaciones que pueden darse entre el arte y la ciudad. El objetivo apunta a la resignificación de los espacios públicos.

3.4. El caso específico del mural

Las superficies planas de la ciudad ofrecen la posibilidad de ser intervenidas. Paredes de edificios o muros que son propios a la infraestructura de una ciudad, en calles y plazas. Las paredes, de manera particular, constituyen un territorio de batalla.

Los murales son propuestas pictóricas que se insertan en el contexto, que obedecen a ciertos criterios de composición, toma un tiempo plantearlos y ejecutarlos. Los murales expresan conceptos y emotividad, deberían estar atentos al contexto y a las historias del lugar, encontrar maneras de integrarse a la ciudad.

Los murales, por distintos que sean los temas, guardan un cierto compromiso con el lugar donde se pintan y expresan una inquietud artística, basada en ideas o sentimientos, de la realidad y más allá de ella.

3.5 Desarrollo de cualidades individuales y sociales

El arte, en general, es el ejercicio concreto de la libertad: plantear, dudar y equivocarse es parte de la dinámica creativa. El acto creativo como un acto de permanente toma de decisiones. Ayuda a desarrollar la personalidad, la libre expresión y la experimentación.

El arte en la calle no goza de una libertad infinita e indefinida, está sometida a pruebas y juicios, grupales y personales. El trabajo artístico en espacios públicos enfrenta la aprobación o la censura, tiene que resolver problemas concretos de comunicación y propone temas a debatir.

La pintura mural es además un trabajo esencialmente colectivo, se aprende a trabajar en equipo, renueva vínculos en la comunidad, genera identidad. Los niños resultan siendo actores fundamentales en este tipo de experiencias, contagiando a los adultos.
El mural, en el mejor de los casos, logra ser un elemento de cohesión social dentro de una comunidad. Y a veces, ayuda a reconstruir el tejido social, creando lazos, reactivando relaciones entre personas.

4. Articular la Agenda del Arte Crítico con otras Agendas de Lucha: Lo propio y lo nuestro

Para pensar el arte en función de un proyecto emancipatorio debemos marcar distancia con lógicas maniqueas (bipolaridad) y entender las complejidades del arte como un sistema cultural, que como todo sistema de producción humana, se basa en productos y en los circuitos, mecanismos y procesos que generan su circulación en la sociedad, además de una disputa simbólica por la legitimidad.

En tanto sistema de producción, el arte tiene una especificidad propia y desde lo emancipatorio una agenda propia que no debería ser subordinada a otras agendas de lucha igualmente válidas. Condición coherente con la idea de un sujeto múltiple y diverso de las nuevas teorías anticapitalistas, contrario a la idea de un sujeto predeterminado (proletariado) de la izquierda tradicional.

En ese sentido nos ayudaría en el enfoque de las reflexiones, sistematizaciones, acciones y debates el ubicar claramente dos frentes de acción política desde una plataforma flexible de lo que se puede entender como arte crítico o arte alternativo, compuesta por la diversidad de actores y procesos antes mencionados.

Es decir, el espacio autónomo se puede ubicar en la intersección de estos dos frentes de acción y disputa política: uno frente a las demandas de una nueva institucionalidad artística en donde se debería disputar un reconocimiento y una legitimidad propia, en diálogo y negociación con las instituciones oficiales y con las políticas (casi inexistentes) de un Estado excluyente. El otro frente, de cara a un horizonte mayor de transformación social, en donde dicho campo se constituye como plataforma para la disputa simbólica, ya que por su condición propia, el arte puede detonar aspectos ideológicos en los seres humanos, articulando sus demandas a otras demandas, dialogando su agenda con otras agendas.

Si bien el potencial político del arte y sus procesos se ubica en el campo de lo simbólico y en detonar aspectos ideológicos del ser humano, también reside en la existencia de un campo alternativo con lógicas y dinámicas distintas a las que impone el patrón de poder y en donde se posibilita esta articulación de agendas: el arte crítico con el feminismo, con la diversidad sexual, con los movimientos ecologistas, con el movimiento indígena, etc.

Es necesario pensar el arte más allá de sus productos, a partir de los procesos que pueda generar y las luchas que pueda articular, ser creativos para transformar una realidad que no es la misma a la de ayer y que nos exige nuevas formas de hacer y de pensar.
Las relaciones horizontales y democráticas entre el espacio autónomo y el horizonte de liberación mayor no se agotan en unas cuantas ideas ni en estrategias permanentes, posiblemente hay que irlas variando y reformulando a cada instante, en una suerte de dinámica ensayo-error, acción-reflexión. Es lo que podemos llamar buscar una nueva radicalidad, que implique de-construir el discurso de la dominación allí donde se instituye, allí donde nos jugamos la emancipación: o sea en todos los ámbitos de la existencia social.


5.- Dinámica artística

5.1. Sobre el modo de operar (Metodología- Logística)

Los murales en los que participa la Brigada son promovidos por organismos sociales y culturales. Por lo general se tramitan permisos para que puedan llevarse a cabo. Otras veces, rozan la ilegalidad y asumen el riesgo de lo clandestino. Los murales no siempre tienen autorización oficial, a veces sí, su rango legal es ambiguo. Simplemente, han sido distintas las maneras de hacerse.

La Brigada Muralista acepta invitaciones de una comunidad organizada que se interese por nuestro trabajo, y de manera participativa, llevamos a cabo el mural. La interacción con quienes viven en el lugar es fundamental para que el mural tenga legitimidad y se mantenga.
La Brigada Muralista participa en experiencias muralistas mientras las instituciones organizadoras no contradigan con los principios de los miembros
y cubran con los gastos de materiales y movilidad.
La Brigada Muralista, al trabajar sin honorarios, no puede aceptar más de 2 murales al mes. Cualquier ofrecimiento laboral remunerado se coordina fuera de la Brigada y personalmente con los artistas.


5.2. El equilibrio entre Proceso y Producto

La Brigada Muralista ha trabajado con grupos organizados que hacen posible este tipo de experiencias, básicamente en lugares emergentes de Lima, al norte, este y sur de la ciudad. Los murales que hace la Brigada son obras colectivas. Con la comunidad o para la comunidad.

En el primer caso se incorporan las ideas y los diseños de los vecinos en el trabajo. Así han sido la mayoría de experiencias.
En otros, la Brigada realiza un trabajo interno entre sus integrantes, dando un producto a la comunidad con la que se trabaja. Aunque no haya participación de los vecinos, el resultado es parte de una negociación y articulación con quienes hayan realizado la convocatoria.

El reto está en conseguir el equilibrio entre proceso (participación de la comunidad) con un producto que aporte a la calidad visual del lugar, desde la propuesta transformadora de la Brigada Muralista.

5.3 Diálogo con el contexto social, urbano y arquitectónico.

Los artistas expresan un sentir, personal, que a veces logra interpretar los deseos de una comunidad y coincidir con un sentimiento colectivo. Grandes ejemplos artísticos han tenido esa mágica y extraña comunión, han alcanzado una poderosa presencia y han logrado trascender.
En esos casos, en los buenos ejemplos, las obras logran dinamizar visual y socialmente un espacio urbano, logran ser un reflejo artístico de la actividad urbana.

Debería darse en la intervención de espacios públicos el manejo de ciertos criterios, dados por una exploración o reconocimiento previo, de cómo se comporta el espacio: las intervenciones se alimentan del lugar. Por ejemplo, a la recuperación de la memoria, con intervenciones que señalan en la ciudad hechos del pasado o sucesos del vecindario.

En el caso de la Brigada Muralista, el contexto y la interacción con el público se unen al mensaje de la obra. Siendo la intervención una acción, tiene que ver con el concepto de “activar”: activar recuerdos, ideas y emociones.

En realidad, el arte de espacios públicos requiere de un nuevo tipo de especialista, capaz de escuchar las “voces” del lugar, con sensibilidad plástica y social.
Las intervenciones callejeras de la Brigada Muralista sorprenden, generan dudas, son polémicas, causan reparos y rechazos. Pero tienen, así lo entendemos, la voluntad de socializar el arte, de hacerlo público y visible a todos.

5.4 Sobre la Alegre Rebeldía

En un mundo en donde hemos perdido la capacidad de indignación ante la desigualdad y la injusticia cotidiana, nosotros nos afirmamos rebeldes, tenemos derecho a ser disidentes, a querer un mundo mejor y luchar por él. Pero esa apuesta no la tomamos con culpa ni como sacrificio, sino con alegría, porque la pasamos bien cuando hacemos estas cosas. Esa es la alegre rebeldía: transformar el mundo transformándonos nosotros mismos y transformarnos nosotros mismos transformando el mundo.

5.5. Sobre el estilo de la Brigada.

El Barroco-Pop de la Brigada Muralista es hijo de dos tendencias pictóricas que influenciaron el arte peruano. La primera, colonial, impuesta y tenebrista; la segunda norteamericana, popular y serigráfica. Ambas estéticas foráneas fueron bien amalgamadas al nuevo territorio y así, en los Siglos XVII y XVIII las últimas cenas fueron con cuy chactado y chicha. A su vez, la arquitectura religiosa asimilaba elementos propios de la flora y la fauna, con ornamentos que iban más allá del culto oficial. Eso se dio tres siglos atrás en los relieves de Arequipa y Puno y en los murales del Cusco. Por otro lado, hace apenas unas décadas, el pop ochentero es en el Perú, desde Huayco, Pop Achorado.

La Brigada, a veces consciente y otras no tanto, recoge ambas tradiciones. Sincretismo y mestizaje serían dos claves decisivas para enfrentar el trabajo. Decimos pop achorado y pensamos en Huayco, pero son también nuestros referentes la cultura popular urbana: Gamarra, la Av. Abancay, los retablos, Mesa Redonda, un cartel de música chicha, Sarita, Chacalón, yawar fiesta y TV technicolor.

Barroco Pop rebelde e inconforme. Barroco Pop estética e ideológicamente malcriado. Con horror al vacío, pero de contenidos.

Planos de color, líneas gruesas, composiciones directas: estilo propio e inseparable a un modo diferente de producir y consumir arte. La postura política de la brigada se expresa en su estilo, se concreta y re-crea en cada mural. Cada mural, una creación heroica. Estética e ideológicamente achorados. Achorados y malcriados en un medio artístico educado y silente, de gamas de color escondidas en galerías y museos a medio construir. Barroco-Pop recontra cargado, exuberante y vital. Barroco-Pop revuelto de conceptos y colores. Puro corazón.

6. Reflexiones Finales

Cabe preguntarse qué relación hay entre el arte que hace política y la política que recurre al arte. El Arte Crítico, nombre que engloba lo contestatario, alternativo y marginal, escoge para expresarse otros espacios a los establecidos.

El arte se plantea la duda, y la posibilidad, de cambiar la realidad o de reafirmarla. De exponerla o de crear otra. Las intervenciones en la calle se acercan, conceptual y físicamente, a la realidad. Y la suma de intervenciones, como eslabones de una larga cadena, puede finalmente alterar ciertas conciencias: las intervenciones son motivo de contraste y deliberación entre ciudadanos y algunas invitan a nuevas maneras de mirar la ciudad y la sociedad.

La Brigada Muralista observa la dinámica social y propone temas que quiere denunciar. Reconoce el territorio, lo que implica entender procesos, códigos y personas. Logra su objetivo cuando alcanza la interacción y entra en diálogo.
Nuestro trabajo pretende despertar dudas y cuestionamientos, puede inducir a tener nuevas visiones y a incidir en ciertas maneras de pensar, a alterar la mentalidad establecida, en suma, la Brigada Muralista quiere ser un agente de cambios.

Lima, Abril del 2010.

Firman el documento (en orden alfabético):
Andrés Juscamaita.
Mauricio Delgado.
Elio Martuccelli.
Milton Miranda.
Jorge Miyagui.
Alonso Rivera.


Notas
1. Esta iniciativa reunía la inquietud del artista chicano Mario Torero y la de los artistas del Centro Cultural El Averno: Herbert Rodríguez, Aurelio de la Guerra, Jorge Miyagui, Elio Martuccelli, entre otros, para seguir con el trabajo ya iniciado de arte en la calle. El Averno, que empezó a funcionar en Diciembre de 1999, ha considerado el mural entre una de sus variadas manifestaciones políticas, culturales y artísticas. Se han pintado innumerables veces varios inmuebles de las Cuadras 2 y 3 del Jirón Quilca.

2. Por ejemplo, en el Foro de la Cultura Solidaria del año 2006 se pintaron 17 murales en los que participaron artistas peruanos y extranjeros, muralistas y colectivos de graffiti: Herbert Rodríguez e Isella Ccoyllo, el colectivo de artistas de Québec Intercambio Cultural Proyecto Perú 2006, Milton Miranda, Jorge Miyagui, Elio Martuccelli, Aurelio de la Guerra, Yuri Castañeda, Colectivo Pie Derecho (Julia Salinas, Julio Achahui, Elsa Valenzuela, Viviana Ramírez, Martha Díaz, Julio Martínez), Colectivo El Codo (Iturburu, “3:38.am”) fueron algun@s de l@s participantes.

En el año 2007 se pintaron colectivamente los interiores y los exteriores de la Federación Popular de Mujeres que fundara María Elena Moyano, dirigente barrial y militante de izquierda asesinada por el grupo maoísta de accionar terrorista Sendero Luminoso, siendo el mural exterior un homenaje a su memoria. Así también se pintaron colegios y centros juveniles. Participaron esta vez: Jorge Miyagui, Elio Martuccelli, Milton Miranda, Silvia Rodríguez, Wilder Ramos, Fernando Cassamar, Sef, Colectivo Ambre, Colectivo Rebeldía Lésbicas, Colectivo El Colectivo, etc.

En los años siguientes se han ido incorporando más paredes de Villa El Salvador en las campañas de muralización promovidas por el Foro.

3. Volvemos a mencionar, entre otras muchas experiencias, al Centro Cultural El Averno, el Festival de Teatro Calles Abiertas de Comas y el Foro de la Cultura Solidaria de Villa El Salvador.